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Si estás leyendo estas palabras es que seguramente tienes interés sobre el efecto de tu inconsciente en tus relaciones, y es precisamente lo que vas a conocer en este post. Pero antes me gustaría que pensaras sobre qué crees que es la mente inconsciente, es importante tomar consciencia sobre qué pensamos que es nuestro inconsciente pues muchas veces no somos consciente de que no tenemos claridad sobre lo que creemos que sabemos y por qué lo sabemos. Muy bien, perfecto. Ya has reflexionado un poco y espero que te haya sido útil. Ahora voy a intentar explicarte qué es en realidad nuestra mente inconsciente. Y lo haré con una metáfora, la metáfora del iceberg. En un iceberg hay una parte que vemos con claridad pero hay otra parte del iceberg que es en realidad la más grande que está sumergida en el agua y no vemos. Pues esa parte que no vemos sería nuestro inconsciente. En esta parte de nuestra mente hay muchísima información, podríamos decir que toda la información que hemos recibido en nuestra vida y que ha sido procesada por nuestro inconsciente. La información que es capaz de manejar nuestro inconsciente es tremenda, pues tiene un sistema de procesamiento en paralelo. Es decir, ahora mismo tú estás leyendo esto, pero también sintiendo tu cuerpo en la posición en la que está, notando el aire que hay, la temperatura, escuchando los sonidos que te rodean, a la vez que incluso pensando sobre esto que lees, también notas la información del ambiente que te rodea, personas, plantas, luz, notas el calor o frío de tus manos, etc. toda esa información está siendo procesada a la vez pero tú no puedes ser consciente de toda ella a la vez, pero sí has podido ser consciente de ella cuando te la he ido señalando, pues has llevado tu atención consciente allí. Pues ese sistema de procesamiento inconsciente lleva contigo desde siempre y ha grabado toda la información de cada momento. Así que imagina la de datos que tiene sobre ti y tu vida;) Y además, tu mente inconsciente es la que se encarga de todo aquello que haces de forma automática desde tus latidos del corazón, hasta conducir o leer. Por ello, podemos decir que es la mente de los hábitos mientras que la mente consciente es la mente de lo nuevo. Un ejemplo, si deseas levantarte para hacer yoga por primera vez porque deseas comenzar esa práctica tan saludable, esa idea procede de tu mente consciente pero al llegar al día siguiente cuando suena tu despertador, es tu mente inconsciente la que te lo pone difícil para levantarte-pues lo que te sale solo es seguir en la cama, tu hábito;). Y ahora entremos en materia de relaciones, pero antes permíteme hacerte una pregunta, ¿Quién crees que toma tus decisiones tu mente consciente o tu mente inconsciente? Date un momento para pensarlo y regresas. ¿Ya? Genial, sigamos. Pues la respuesta a esa pregunta que acabo de realizarte es tu mente inconsciente. Así es. Antes incluso de que tu consciente sepa qué va a decidir, tu inconsciente ya ha decidido por ti-eso sí, sin que te des cuenta;)- Y es que así trabaja tu mente inconsciente sin tu consciencia. De ahí, que nos cueste conocer o utilizar de forma consciente nuestro inconsciente (!!aunque se puede!!). Ahora sí, ¿Cómo influye nuestro inconsciente en nuestras relaciones de pareja? Pues si sabemos que es el inconsciente quien en realidad toma las decisiones en nuestra vida, podemos decir que es tu inconsciente quien elige a tus parejas. ¿Y eso qué significa exactamente? Pues que elegimos pareja en función de la información que tenemos grabada en nuestro inconsciente en lo referente al amor, relaciones y patrones afectivos adquiridos en nuestra más tierna infancia fundamentalmente. Es decir, a lo que estamos habituados/as a nivel relacional-afectivo. Esos hábitos incluyen creencias, sentimientos, emociones y formas de comportamiento en función de todo ello. Por ello, en nuestras relaciones lo que tenemos es lo que creemos posible en base a nuestras experiencias pasadas.

Ejemplos:

Si en tu familia sentías que tenías que ganarte el cariño o aprobación de tus padres haciendo lo que ellos querían o esperaban de ti en lugar de hacer lo que tú querías, porque si hacías lo querías se te criticaba o censuraba, es muy probable que en tus relaciones amorosas repitas ese mismo hábito/patrón y estés muy pendiente de lo que tu pareja desea de ti para así tener su aprobación, pues algo en tu interior tiene miedo de que si no lo haces esa persona no te querrá.

Si en tu infancia alguien muy cercano a ti como tu padre, madre, tío, abuela o hermano/a te hizo daño de alguna forma. Por ejemplo, tu madre murió cuando eras pequeño/a. Tu mente inconsciente que es muy literal y generaliza podría hacer la asociación entre relación cercana/íntima igual a experiencia dolorosa. Entonces al realizar esa asociación negativa entre intimidad y consecuencia negativa, tu mente inconsciente elige a parejas que "te protegerán" de la intimidad ya sea porque no estén disponibles emocionalmente o que ellos mismos también tengan esa asociación negativa para protegerte "de esa consecuencia negativa".

Si de pequeño/a se te dijo o tú concluiste que no eras alguien que merecía amor, ya sea porque no te aceptarán como eras y querían que fueses de otra manera, ya fuese porque te trataron de una forma no amorosa, ya fuese porque sentían que querían más a tu hermano/a que a ti, etc. Esa conclusión que extrae tu inconsciente de esas experiencias pasadas (no merezco el amor que deseo) hace que atraigas a personas a tu vida o que no pueden amarte o que no te tratan bien o también puede que tengas dificultades en encontrar pareja.

Si tus padres te mostraban mucho afecto y amor pero entre ellos se criticaban mucho, es muy probable que termines deseando de forma consciente una pareja amorosa pero a nivel inconsciente atraes a personas que son críticas contigo.

Esto son sólo ejemplos para que vayas comprendiendo cómo funciona la mente inconsciente. Cada mente inconsciente es única, y la tuya también lo es. Cada persona genera asociaciones diferentes y llega a diferentes conclusiones a nivel inconsciente sobre las experiencias pasadas. Lo interesante y apasionante es ir descubriendo esas asociaciones que son negativas o limitantes en nosotros/as, pues en ellas está la clave para cambiar y avanzar en nuestras relaciones amorosas. Nos ayudan a ampliar nuestra visión, a cultivar perdón, a amar más, a expandirnos y dejar el pasado atrás abriendo nuestro corazón de forma consciente a lo que deseamos con amor y mayor sabiduría interior.

En resumen, tu inconsciente alberga tu programación emocional y esa programación afecta a tu elección de pareja y a cómo te comportas en pareja seas consciente de ello o no. Esto significa que no atraemos a nuestra vida lo que deseamos sino aquello a lo que estamos acostumbrados/as. Y en ese proceso de atraer lo que hay en nuestra mente inconsciente, se genera la oportunidad de sanar esa programación haciéndola consciente y trabajando en nuestro interior. Así es como crecemos, nuestras experiencias nos ayudan a descubrir qué alberga nuestro inconsciente y así nos da la oportunidad de poder cambiarlo desde la consciencia y el amor hacia nosotros/as.

A ese cambio se le llama re-programar nuestra mente inconsciente y todos podemos hacerlo.

Por ello, quiero decirte que tú puedes experimentar el amor verdadero que deseas en una relación de pareja, simplemente necesitas aprender hacia dentro y re-programar tu inconsciente;)

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¿Quieres información sobre cómo puedo ayudarte a re-programar tu mente inconsciente para recibir el amor verdadero? Haz click aquí.

 
 
 

El amor es dar hacia dentro y hacia fuera

Seguramente, es muy probable que hayas leído o escuchado que el Amor es dar. Y en realidad, así es. Sin embargo, no se nos ha explicado con detalle qué significa eso de que el Amor es dar. Por otro lado, no me extraña nada que la frase "el amor es sufrimiento o te hace sufrir" sea otra que hayas escuchado muchísimas veces e inlcuso la frase "el amor duele". Creo firmemente que este malentendido nos ha llevado a un Amor teñido de sacrificio, de frustración, de tristeza, de conformismo, de sufrimiento, de autoexigencia, de carga, de cansancio, de vacío, de sentirnos usados/as o menospreciados/as en nuestras relaciones. Por ello, tengo la intención con este post de ayudarte a comprender eso del Amor es dar. Además, para mí llegar a comprender y asimilarlo fue toda una liberación maravillosa y una sensación de expansión.

Primero quiero decirte que mi vivencia del amor y cómo lo enseño a las personas con las que trabajo, no sólo tiene que ver con el amor de pareja. El Amor Verdadero como me gusta llamarlo es un amor mucho más profundo, es la conexión con nuestra esencia, es como Osho lo llama, amor existencial. Es un estado amoroso hacia todo lo que existe, y por supuesto, tiene también su expresión en una relación de pareja. Cuando el amor verdadero es lo que rige nuestra vida amorosa de pareja, generamos relaciones conscientes. ¿Qué es una relación de pareja consciente? Pues una relación en la cual cada miembro de la pareja es responsable de su bienestar y de sí mism@ a todos los niveles, una relación en la que cada miembro sabe que el otro es un reflejo de sí mism@ y aprende a crecer personal y espiritualmente gracias a ello, una relación en la que cada miembro comparte todo lo bueno que tiene con el otro, una relación en la que ambos se sienten libres de ser quienes son y expresar lo que desean, una relación que se basa en la elección libre sin apegos hacia la otra persona (no se la necesita, sino que se la elige por el deseo de querer compartir la vida), una relación que te facilita el que cada día seas más tú, tu evolución y sientas que puedes expandirte en ella.

Cuando nos relacionamos de un modo consciente tanto con nosotros/as mismos/as como con los demás (pareja, amigos, familia, etc.), necesitamos comprender que el Amor es dar pero no sólo aplicado al exterior sino también al interior. Es decir, que no podemos Amar si sólo damos hacia fuera, hacia los demás. Necesitamos establecer el equilibro entre interior y exterior. Me refiero a que necesitamos darnos a nosotros/as Amor.

Ésta es la clave: el Amor es dar, pero para dar hacia afuera primero necesitamos dar hacia dentro. Ese dar hacia dentro es RECIBIR de nosotros/as mismos/as AMOR.

Si damos sólo hacia fuera terminamos generando cansancio, frustración, enfado, vacío, resentimiento -cuando no lo vemos ese amor de vuelta-, tristeza, nos menospreciamos, etc. Como dicen las sabías palabras de Buda " Nadie merece más tu amor que tú mismo/a".

Por tanto, sea lo que sea que desees recibir en tu relación de pareja...más respeto, apoyo, valoración, cariño, comprensión, etc. primero necesitas dartelo a ti mismo/a y sentirte bien haciéndolo, en lugar de quedarte esperando a que tu pareja te lo dé, tú eres la persona que se hace cargo de ese dar hacia dentro, de ese darte amor, de abrirte, permitirte recibir aquello que necesitas de ti sintiéndote bien haciéndolo. Eso es hacerte responsable de ti mismo/a.

Sólo desde ese estado de amor interior podrás dar amor a tu pareja sintiéndote que fluye con facilidad y te llena de alegría. Sólo entonces tu pareja comenzará a reflejarte ese amor y no sólo tu pareja sino también tu vida. Pues atraemos a nosotros nuestra energía, si estás en vibrando en darte amor, amor será lo que llegue a ti.

Recuerda en tu vida sólo vas a recibir lo que dejes entrar.

Si no estás recibiendo algo que deseas, mi recomendación es que te hagas la siguiente pregunta ¿Qué parte de mí no se siente bien permitiéndose recibir esto que deseo? y trabajes en ello. Muchas veces tiene que ver con nuestras creencias arraigadas erróneas sobre el amor o con emociones antiguas de nuestra infancia.

Recuerdo una mujer con la que trabajé que en su cabeza sabía que necesitaba priorizarse pero en su interior nada más el pensar en ponerse primero que a su hija, le hacía sentirse mala madre y si lo pensaba en relación a su vida de pareja se sentía egoísta. Esos sentimientos le generaban un gran agotamiento pues siempre ponía a su hija primero o a su marido primero e incluso a trabajo primero que a ella misma. Tenía bien grabado en su inconsciente que el amor hacia los demás conllevaba anteponerlos siempre. Esta creencia procedía lo que había vivido con su madre pues su madre siempre ponía todo antes que ella misma (algo en realidad muy común y arraigado en las mujeres a nivel cultural) . Y aunque ella desde fuera entendía e incluso no le gustaba eso de su madre, lo estaba repitiendo sin darse cuenta. A ella le hubiese encantado que su madre descansara y se priorizara, verla feliz en lugar de agotada. Sin embargo, ella en su vida ahora como madre y como esposa no lo estaba haciendo. Su madre había vivido el amor es dar pero en desequilibrio pues sólo estaba dando hacia fuera. Seguimos trabajando juntas en dejar ir esa creencia y ese sentimiento de malestar al darse ella misma lo que necesitaba. Y consiguió, ser el modelo de madre y de esposa que a ella le hubiera gustado tener una mujer que sabe cuidar de sí misma y a la vez cuida de los demás, que sabe que poner límites es darse amor y no significa que no estemos amando a los demás, significa que nos estamos recargando de amor para después poder dar amor desde el bienestar. Ella consiguió el amor es dar en equilibrio interior y exterior.

¿Ha resondado contigo este post? ¿Cuál es tu historia con el amor es dar? ¿Has vivido también el dar es amor en desquilibrio?

 
 
 
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