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Actualizado: 13 oct 2020


¿Cuánto tiempo puedes sentirte cómodo/a sin hacer nada antes de que tus pensamientos te lleven a dar un paseo de miedo? ¿Te inquietas o te aburres cuando no tienes nada que hacer, ni siquiera tu teléfono para desplazarte? ¿Te sientes cómodo/a eligiendo la paz sobre la productividad, o necesitas ser productivo/a para sentirte cómodo/a?

Algunas de las principales luchas por las que atraviesan las personas en estos días, como la ansiedad y la depresión, nacen en gran medida de unir nuestra autoestima con la productividad. Nosotros, como sociedad, le hemos dado tanta importancia a la productividad que hay muchos de nosotros que sentimos una sensación de "culpa" cuando no tenemos nada que hacer. Evoca la sensación de que no estamos a la altura del estándar en nuestra cabeza. Evoca miedo e inquietud y nos deja en una espiral descendente de dudas y críticas.

Si bien se espera que esta obsesión por la productividad nos haga más productivos, lo mismo interfiere con nuestra productividad y, lo que es más importante, con nuestra salud mental.

En esta forma de perseguir la dignidad, constantemente nos quedamos cortos, ya que dependemos de nuestros logros e hitos para hacernos sentir dignos. Constantemente seguimos persiguiendo la próxima gran cosa, que es un ciclo interminable. Cada tiempo libre más allá de lo que sentimos que merecemos y que podemos permitirnos nos hace sentir incómodos, desencadena el miedo y la inquietud en nosotros.

Ocuparse y perseguir objetivos se convierte en una forma de evitar simplemente sentarse y sentir nuestros sentimientos difíciles. Se convierte en un escape de la verdad que tememos enfrentar. Se hace más fácil concentrarse en tareas que nos mantienen ocupados en lugar de enfrentar el miedo que no estamos listos para enfrentar.

En la mayoría de los casos, si no todos, estas creencias y patrones en torno a la productividad han entrado en nuestro sistema desde una edad temprana, donde fuimos apreciados por las cosas que hicimos bien. Estas apreciaciones se convirtieron en la fuente de nuestra felicidad, que lentamente tejió la creencia en nosotros de que para ser felices necesitamos acumular más.

Si bien, en cierta medida, esta creencia puede habernos motivado a mejorar en la vida, nos hace depender de nuestros logros, apreciaciones y validación externa para sentirnos dignos. Seguimos necesitando más y deseando hacer más. Sentimos la necesidad constante de probarnos a nosotros/as mismos/as. Cada vez que la vida nos exige disminuir la velocidad y relajarnos, nos sentimos incómodos/as.

La única forma de sanar de este profundo sentimiento de falta es cuestionando la noción de no ser lo suficientemente bueno/a y descubriendo la verdad de que es un espejismo que llevamos en la cabeza. Somos valiosos/as por simplemente existir, por ser lo que somos ahora, a pesar de lo exitosos/as que seamos o no en función de nuestros logros.

La ironía es que cuanto más aceptamos y hacemos las paces con quienes somos, podemos dejar de demostrarle a los demás, dejar de dudar o criticarnos y centrarnos en ser productivos/as sin tener que agotarnos. Podemos aprender a descansar, sin tener que sentirnos culpables. Podemos sentirnos merecedores/as y realizados/as sin tener que depender de ninguna fuerza externa.

Simplemente vale la pena: no seamos tontos tratando de medirlo o demostrarlo. Dejemos que nuestra luz ilumine el mundo.

Fin del artículo.

Os he traído este artículo porque explica muy bien un problema cada vez más presente en nuestra sociedad. Creo que es muy importante empezar a ser conscientes de que nuestra valía y autoestima no depende de lo que hacemos o no hacemos sino de lo que somos, de nuestra existencia y nada más. Sólo por existir ya somos valiosos/as, no necesitamos demostrarlo ni hacer nada (sé que no es fácil de abrazar esta idea y menos aceptarla plenamente sin encontrar peros). Pues dentro de nosotros hay patrones sociales y culturales, también familiares que van en contra de ello. Se nos "vende" que para ser valiosos/as, reconocidos/as o merecedores/as, necesitamos ganárnoslo, haciendo algo, teniendo algo, demostrándolo de alguna forma. Eso nos mete en un bucle continuo del hacer y hacer, del tener y tener, de más y más productividad que no para nunca, para recibir el reconocimiento o el beneplácito de otros o la sociedad en general pues si paramos parece como si no estuviéramos haciendo algo bien, como si estuviéramos perdiendo el tiempo y podemos sentir que los demás nos censuran o no nos aceptan así (incluso ser nosotros/as mismos/as quienes no nos aceptamos así). Este hecho es el que nos hace vivir en la acción constante llenando nuestro ser de cansancio, agotamiento, estrés y enfermedad o malestar no sólo físico sino también mental. Necesitamos reivindicar una forma de vida más conectada a la naturaleza y sus ritmos, pues nosotros somos parte de ella y nos hemos ido poco a poco desconectando de su sabiduría y por tanto, de nuestra sabiduría. En la naturaleza hay ciclos, fases, no siempre hay actividad constante sin parar. De hecho, el estrés en el mundo natural sólo está presente en momentos en los que la vida está en riesgo como cuando un león va a por la gacela. Pasado ese evento lo que hay es relax. Y el relax es el padre de la salud y de la creatividad.

La verdad es que todos estamos metidos/as de alguna forma en esta locura de la productividad y del hacer y hacer, del continuo movimiento y ajetreo que ser refleja en las ciudades. Yo misma lo he sentido muchas veces el malestar interior cuando he parado y me he dejado no hacer "nada" productivo. Así he descubierto muchas cosas que no quiero dentro de mí, quiero valorarme y sentirme bien haga o no haga, quiero sentirme merecedora de todo lo bueno haga o no haga, es decir, quiero amarme sin condiciones y dejarme ser feliz conectándome a la hermosa naturaleza que me rodea. El equilibrio es la clave, y el saber parar y disfrutar de simplemente respirar es fundamental. A veces sanar simplemente requiere que nos demos tiempo para simplemente sentarnos y respirar. A veces ese permitirnos parar es lo más productivo que podemos hacer para ser productivos/as desde el corazón y no desde la obligación.

Te voy a proponer algo, ¿Te animas?. Te invito a pasar sólo un par de días sin hacer nada productivo y que sientas, qué ocurre en ti, ten a mano un cuaderno para anotar todas las sensaciones o pensamiento que te surjan. Esa experiencia de dará mucha información de todos los patrones y creencias limitantes heredadas que están bloqueando tu bienestar y conexión con tus ritmos naturales.

Disfrutar plenamente de no ser productivos/as es la clave para nuestro mayor bienestar y por tanto, para un mayor amor verdadero hacia nosotros/as.

¿Abres tu corazón a ello? Yo ya estoy en este camino y seguro que si estás leyendo esto tú también. Así que felicidades!!

JUNTOS/AS PODEMOS CREAR UNA SOCIEDAD QUE VALORE EL RELAX Y LO POTENCIE COMO ALGO FUNDAMENTAL PARA LA SALUD Y LA FELICIDAD DE SUS CIUDADANOS. ¿CÓMO?

COMENZANDO A VALORARLO NOSOTROS/AS EN NUESTRA VIDA, PRACTICÁNDOLO.

Espero que hayas disfrutado de esta información y te sea muy útil en tu vida. Hasta el próximo post.

Virginia Silván-Dalprem Kaur

PD: Si deseas mi apoyo para sentirte bien no siendo productivo/a y así poder disfrutar más de tu vida e incluso tu trabajo, entra aquí.

SIMPLEMENTE CIERRA TUS OJOS, SONRIE Y RESPIRA ....INHALA RELAX, EXHALA EL CONTÍNUO HACER;)

*Artículo original en inglés: https://www.arjunsom.com/single-post/2019/08/07/Do-You-Fear-Being-Unproductive


No hace mucho que descubrí un patrón inconsciente que tenía activo. Y este patrón precisamente era el sentir incomodidad al estar plenamente relajada como si estuviera perdiendo el tiempo o no haciendo lo que debía estar haciendo, y mi mente estaba llena de pensamientos. En resumen, mi mente no me dejaba en paz. Esta incapacidad para relajarme completamente la notaba en mi práctica

de yoga a la hora de realizar la relajación final, me costaba mucho o incluso no podía, mi mente siempre estaba activa de alguna forma y cuando iba al spa o al campo pues me pasaba igual. Sin embargo, no le daba importancia, no me paré a profundizar en ello, aunque lo notaba no era consciente plenamente. Gracias a la vida que siempre nos da aquello que necesitamos, se me presentó el momento adecuado para ello, precisamente en mi día a día. Cada vez en mi vida, me sentía mejor, cada vez podía descansar más y tener más tiempo para mí, más paz mental y fue entonces cuando, ¡zas! pude pillar desde el ser consciente el patrón y de dónde procedía. Esa es la maravilla de tener espacio y tiempo puedes observarte con más consciencia, y ser esa consciencia en tu vida. El patrón venía de mi madre y a su vez de mi abuela. Mujeres que no paraban nunca de hacer y hacer y más hacer. Y sólo se permitían parar cuando estaban exhaustas o enfermas. Al mismo tiempo ellas criticaban el no hacer y el descanso en los demás. Recuerdo cómo me criticaban el que dijera que no quería hacer algo, o cuando estaba simplemente sin hacer nada o haciendo lo que me gustaba en lugar de "las tareas del hogar", la palabra flojilla la escuchaba a menudo referida a mí. Vivían para sus tareas en lugar de vivir para ellas mismas. De hecho, sólo estaban tranquilas si "todo" estaba en orden o realizado. Y...eso es algo imposible casi si quieres tener una vida de calidad.

Una vez tomé consciencia, y pillé al patrón. Mi vida fue cambiando y me fui permitiendo relajarme, más y más. Me fui permitiendo estar en paz, aunque no todo estuviera hecho y atado. Me permití parar y relajarme. Y lo más importante sentirme bien haciéndolo sin incomodidad. Me permití el ser más yo misma y vivir cómo deseo vivir mi vida desde el amor verdadero hacia mí. Ahora tengo momentos de actividad y momentos de descanso de verdad con paz interior y sin inquietud.

Es muy importante comenzar a ser conscientes de que vivimos en una sociedad en la cual todo va a mil por hora y no hay descanso. Una sociedad donde el hacer más y tener más y conseguir más y hacer más y así una y otra vez no es el ambiente ideal para generar esta consciencia de que tenemos el hábito de la actividad constante y que si paramos nos sentimos con incomodidad e incluso nos reprochamos esa parada, ese descanso, ese dejar de hacer con frases como "podría hacer más y aquí estoy parada"," debería hacer más", "soy una fresca aquí sentada con tanto que hay por hacer", "tengo que terminarlo todo, no puedo parar", "descansaré luego", "no puedo descansar con todo lo que tengo que hacer, sería egoísta", "no sería buena madre o esposa o trabajadora si paro y me dedico tiempo", " el relax es para las vacaciones", "el spa es un lujo no necesario", "van a pensar mal de mí si paro, me criticará mi pareja, mi jefe, mis compañeros" etc. O bien la otra cara de la moneda, no sabemos qué hacer cuando paramos, nos entra incomodidad y por ello, regresamos rápidamente a lo conocido al hacer y hacer. Tenemos un estado como de aburrimiento si dejamos de hacer, junto con un estado de autocrítica por ello. Somos adictos al hacer, a la acción constante ya sea a nivel conductual como a nivel de actividad mental. Y es preocupante, escuchar comentarios de personas que por ejemplo, han sufrido un accidente grave y podrían estar de baja diciendo que han regresado al trabajo porque no sabían qué hacer en casa. O mujeres embarazadas que ya tienen su baja maternal pero regresan al trabajo para dejar atadas ciertas cosas o que incluso trabajan casi durante todo su embarazo. O mujeres que no paran literalmente en todo el día hasta la noche y toman tres o cuatro cafés para mantener el ritmo.

Esto necesita cambiar y todo cambio comienza primero con nosotr@s mism@s.

Esta forma de vivir que marca la sociedad donde el descanso no se considera importante y se descalifica incluso premiando el trabajar de más o hasta el agotamiento como algo positivo genera estrés y enfermedad en las personas, mina la calidad del trabajo de las mismas, la calidad de la vida personal de las mismas y la calidad de las relaciones personales de las mismas. Vivir desde el estrés y el agotamiento fomenta que sea nuestro inconsciente quién esté al mando y no nuestra consciencia, nos hace dependientes y no independientes. Este estado de estrés y agotamiento además nos hace más vulnerables a repetir patrones heredados y condicionamientos que no queremos repetir, a ser influenciad@s por las personas o medios que nos rodean y a generar estados depresivos-ansiosos. En resumen, nos volvemos menos nosotros y más lo que la sociedad desea lo cual genera infelicidad.

Este vivir para la acción no es natural. En la Naturaleza existe un equilibrio entre la acción y el descanso. Incluso las estaciones del año nos reflejan ese equilibrio. Cada cosa tiene su momento y el descanso, el relax es otro momento más que no sólo debe dejarse como descanso de dormir. El dormir es fundamental pero sólo no es suficiente para que nuestro sistema nervioso parasimpático haga su trabajo. Necesitamos también cultivar otros 3 tipos de descanso:

1- El ocio: practicar cosas que te gustan, disfrutas y te hacen sentirte bien como deporte, hobbie, lectura, música, estar con amistades, cine, teatro, bailar, etc.

2- Tiempo para ti: dedicarnos tiempo a nosotros ya sea de autocuidado y recarga como ir a yoga, meditar, masajes, spa, pasar tiempo en la naturaleza y todo aquello que genere bienestar en ti y sea sólo para ti.

(Esta meditación podría interesarte para cultivar este tipo de tiempo, Meditación para relajarte y regocijarte)

3-Tiempo de no hacer nada: este tiempo es el que está o ausente o escasea en nuestra sociedad. Y está "mal visto". Y es eso que hacías cuando pequeñ@ que tus padres o profes te criticaban diciéndote "deja de mirar las musarañas" o dicho de otro modo deja de no hacer nada. Es un tiempo para simplemente observar lo que te rodea sin ni siquiera pensar, no es necesario. Es no hacer nada " productivo" y sin embargo, este tipo de tiempo es el padre de toda creatividad e inspiración en tu vida. Es el espacio dónde surgen las ideas y las soluciones sin ni siquiera buscarlas. Es el no hacer, el arte de no hacer nada, de la no acción, el Wu Wei.

Ahora te voy a invitar a reflexionar sobre tu vida y tus descansos, ¿Cuánto tiempo dedicas cada día a cada uno de estos 3 tipos de descanso? Sé consciente. Y ahora, que eres consciente de ello, puedes comenzar a cambiar si así lo decides.

La relajación que aportan estos 3 tipos de descanso es fundamental para tu salud y bienestar interior, para vivir mejor y disfrutar más de tu vida. Y no sólo eso es la fuente de tu energía, y por tanto, lo que sostiene todo lo que haces y cómo lo haces. Es lo que otorga calidad a tus acciones.

La relajación es el mejor amor verdadero que podemos darnos, y sólo nos haremos este regalo si nos liberamos de aquello que nos impide abrirnos plenamente al relax durante el día, cada día. La relajación no es algo sólo para las vacaciones, no, no, no, ...la relajación es una necesidad básica para el bienestar integral de todo ser humano. La relajación te aporta disfrute de tus relaciones, familia, trabajo, comunidad, etc. La relajación te aporta salud mental y corporal. La relajación es la conexión con tu ser espiritual, tu esencia. La relajación es la vibración que atrae todo lo bueno a tu vida y tu ser.

Por último, te dejo la sabiduría del gran maestro Osho sobre la relajación:

"La relajación total es lo último. Ese es el momento en que uno se convierte en un buda. Ese es el momento de la realización, la iluminación, la conciencia de Cristo. Tú no puedes estar totalmente relajado ahora mismo. En el núcleo más interno persiste una tensión.

“Y esa relajación sin duda trae la mayor alegría posible, la máxima aceptación del éxtasis. Estarás lleno de dicha y regocijo. Tu vida tendrá la calidad de la danza. "

Ralentizar cada proceso.

"Pero empieza a relajarte. Comienza desde la circunferencia, ahí es donde estamos, y podemos comenzar sólo desde donde estamos. Relaja la circunferencia de tu ser: relaja tu cuerpo, relaja tu comportamiento, relaja tus actos. Camina de manera relajada, come de manera relajada, habla, escucha de manera relajada. Ralentiza todos los procesos. No tengas prisa y no tengas prisa. Muévete como si toda la eternidad estuviera disponible para ti; de hecho, está disponible para ti. Estamos aquí desde el principio y vamos a estar aquí hasta el final, si hay un comienzo y hay un final. De hecho, no hay principio ni fin. Siempre hemos estado aquí y estaremos aquí siempre. Las formas van cambiando, pero no la sustancia; Las prendas van cambiando, pero no el alma.

Tensión significa prisa, miedo, duda. Tensión significa un esfuerzo constante para proteger, para estar seguro, para estar seguro. Tensión significa prepararse para el mañana ahora o para la otra vida. Temo que mañana no podrás enfrentar la realidad, así que prepárate.

“Tensión significa el pasado que no has vivido plenamente, que de alguna manera has eludido; Se te queda colgado, como resacoso, te rodea."

"Recuerda una cosa muy fundamental sobre la vida: cualquier experiencia que no haya sido vivida quedará a tu alrededor, persistirá:" ¡Termíname! ¡Mírame! ¡Complétame! 'Hay una calidad intrínseca en cada experiencia que tiende y quiere que se termine, se complete. Una vez completado, se evapora; Lo incompleto, persiste, te tortura, te persigue, atrae tu atención. Dice: '¿Qué vas a hacer conmigo? Todavía estoy incompleto, ¡complétame! ’ "

Tu cuerpo te escucha

“Y te sorprenderás de que si te acercas a cualquier parte de tu cuerpo, te escucha, te sigue, ¡es tu cuerpo! Con los ojos cerrados, vaya dentro del cuerpo desde el dedo hasta la cabeza en busca de cualquier lugar donde haya tensión. Y luego habla con esa parte mientras hablas con un amigo; Deja que haya un diálogo entre tú y tu cuerpo. Díle que se relaje y díle: "No hay nada que temer. No tengas miedo. Estoy aquí para cuidarte, puedes relajarte. Lentamente, aprenderás a saberlo. Entonces el cuerpo se relaja ".

Texto de OSHO extraído de http://www.oshotimes.com/2018/08/relaxation-natural/

Comparte este post si crees que ofrece una información valiosa e importante que todo el mundo debería recibir y asentar en su vida diaria. Comparte este post si deseas extender el descanso como algo fundamental y valioso en esta sociedad.

Y para terminar, cuéntame en los comentarios cuál es tu forma favorita de relajarte, será genial leerte.

¡Mil gracias por estar ahí detrás de la pantalla!

¿Quieres saber cómo puedo ayudarte a que disfrutes plenamente de cultivar relajación cada día en tu vida? Curiosea mi forma de apoyarte aquí.

 
 
 
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